Con sólo tres vinos y unas pocas añadas en el mercado, los vinos de Gabriel Dvoskin muestran una pureza y un carácter únicos. Tiene una pocas hectáreas en El Cepillo, Valle de Uco, un lugar casi “extremo”, para elaborar vinos, con temperaturas y vientos que muchas veces no juegan a favor.
“Vinos sin maquillaje”, como les gusta autorreferenciarse, con certificación orgánica y prácticas biodinámicas, los vinos de Gabriel Dvoskin marcan fuertemente el rumbo hacia dónde van los vinos naturales ennuestro país, y nosotros lo celebramos.